Lo hice, te dejé
Te solté por mí, por ti, por ambos. ¿Es válido que te recuerde con melancolía por lo que no llegamos a ser?
Hoy me puse a pensar que no llegarás a conocer el departamento donde quería construir recuerdos a tu lado, no sabré lo cómoda que se siente mi cama contigo a mi lado, ni sabrán tu nombre mis vecinos. Te extraño, pero no regresaré. No hay marcha atrás. Espero.
Sigo analizando el porqué no funcionamos juntos. Quizás tenga que ver tu falta de compromiso o mi idealización de ti. ¿Y si quizás tiene algo que ver los conceptos distintos que tenemos del amor? ¿Fue correcto que me alejara tan abruptamente de tu vida? No habría podido hacerlo de otra manera, creéme. Y te pido perdón, necesitaba un límite, no podía seguir pretendiendo que no te quería en mi vida de manera exclusiva.
Tonta de mí, traté de convencerme que podía hacerlo, ¿sabes? Conocer a otras personas, fingir que tenía interés alguno de sus vidas pero te veía en cada una de ellas, en cada detalle, en cada gesto y en cada mirada. Llegué a pensar que había algún artilugio mágico para explicar la obsesión que tenía contigo, pero es obvio que solo es la obsesión haciendo lo suyo.
Por eso me fui, te solté, te dejé y no quiero que pienses que no te amé durante todo el tiempo que estuve a tu lado. Lo hice, de una manera única pero (siempre hay un pero en este tipo de historias) no podía seguir a la expectativa de un cambio que no llegaba. Permanecer al lado del otro, solo sería perder, perdernos.
Desde que te perdí, estoy aprendiendo a ser yo, nuevamente. Espero estés bien y no duermas muy tarde, mereces descansar, un beso a la distancia.
Comentarios
Publicar un comentario