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Mostrando entradas de marzo, 2023

Multiverso

 Quizás en otra vida, estamos despertando un domingo directo a tomar café y tomar desayuno. Y quizás luego vayamos a almorzar con tu madre y a esta hora tú estés trabajando y yo viendo alguna serie en el televisor de tu cuarto. ¿Mas tarde nos acurrucariamos en tu cama y te diría lo mucho que te amo? Es curioso cómo el fin de semana se siente tan familiar a tu lado. Quizás en otra vida seguimos juntos y yo siga mandándote canciones que me hagan pensar en ti o regalándote notas de amor, quizás en otra vida estamos haciendo las cosas bien y ninguno de los dos se siente obligado a permanecer en un vínculo nada saludable para ambos. Quizás en otra vida hemos sabido gestionar los inconvenientes de la relación y somos muy felices juntos.  Quizás en otra vida no me sienta desplazada ni esté llorando por ti.  Quizás en otra vida, me sienta amada.

La culpa y yo

 Es bien sabido que la culpa y yo no somos mejores amigas, porque me fastidia, me incomoda y me molesta. Porque de repente tengo cinco años y aparece la culpa por no poder ayudar a mi madre a que deje de llorar, porque no puedo resolver los problemas que ocurren en casa, porque no puedo dejar que mis padres dejen de discutir. Y ahora tengo diez años y aparece la culpa por no poder cumplir con lo que prometo a los demás, porque debo pretender que "soy muy madura para mi edad", porque debo ayudar a tomar decisiones a personas que pueden cuidarse por sí mismas. Y a los quince, la culpa crece, aumenta. Porque me equivoqué, porque no era el momento, porque me apartaron y desde allí no he vuelto a pertenecer a algún grupo en específico, porque no soy alguien sociable. Es aquí donde la culpa conoce a alguien que nos acompañará por mucho tiempo; el miedo. A los 17 la culpa me lleva a pensar que yo fui responsable por los golpes y el maltrato recibidos, porque no debí usar ese pantaló...