Amapolas
Hace mucho tiempo que no escribo una carta de amor, pero considero que tú eres merecedor de la ruptura de este voto de silencio literario. Así que, aquí vamos, cariño.
He estado pensando en todos estos meses a tu lado y me resulta curioso como la vida nos llevó a este punto, ¿no?
Hace poco conversaba con una amiga sobre el amor y lo único que tenía en mi cabeza eras tú. Tú, con tus rizos desordenados y tu humor tonto. Tú, con tu ambición y tus frustraciones. Tú, con tu risa fácil y tu desorden. Tú, con tus abrazos infinitos y tus olvidos.
Y te amo, no tienes idea de cuánto te amo, cada parte de ti, cada átomo y cada célula que te conforman me parecen preciosas y merecedoras de mi cuidado.
***
Sé que nuestro comienzo estuvo lleno de tropiezos y altibajos, pero no sabes cuánto potencial nos vemos, amor mío.
Adoro el camino que estamos formando, adoro que no te asustes con mi intensidad y adoro las anécdotas que tenemos con respecto a nuestros te quieros y te amos (una más absurda que la otra, pero eso es parte de nuestra dinámica), adoro la manera en que nos complementamos y cómo podemos hablar de cualquier tema.
¿Ya puedo decir que eres el amor de mi vida?
***
Y me encantas, mi amor. Deseo tanto hacerte feliz, porque vales la pena completamente y eres suficiente ante mis ojos.
Estoy ansiosa por seguir conociéndote, saber que música te motiva, a qué le tienes miedo y que es lo que más te apasiona. No sabes cuán emocionada me siento cada vez que me permites entrar a tu mundo y a tu espacio.
Deseo verte muy pronto, amor precioso.
Siempre tuya,
Volvoreta.
Comentarios
Publicar un comentario