En lo profundo del bosque
Mi nombre es K y tengo 16 años.
No hace falta que conozcas el resto, ¿cierto? Ok, te puedo dar una descripción de mí.
Soy mujer (aunque a veces no parezca), alta para el promedio, ni gorda ni delgada (llámame normal, si deseas), ojos color café (ni grandes ni pequeños), cabellos castaños oscuros y suelo vestirme como la mayoría. No me maquillo ni me hago esos peinados complicados que se hacen las demás chicas. Me verás, la mayor parte del tiempo, leyendo. ¡Pero ni se te ocurra llamarme ratón de biblioteca! Lo odio, odio las etiquetas. ¿Por qué no podemos ser simplemente ‘’nosotros’’? ¿Qué necesidad hay de clasificar a las personas? ¿Es necesario ponernos carteles para identificarnos?
Me estoy yendo por las ramas, perdona.
Como verás, soy una chica más del montón. De esas que pasarían a tu lado y tú ignorarías totalmente. ¿Qué cómo lo sé? Ya ha ocurrido un millón de veces. No te preocupes, estoy acostumbrada a que la gente no note mi presencia.
No suelo destacarme, odio las multitudes y hablar en público. ¿Crees que tengo amigos? Te equivocas, esto no es una película sobre adolescentes cantantes.
Soy una rechazada social.
En casa las cosas son peores, prácticamente estoy sola todo el día. Vivo con mi madre. ¿Qué a dónde se fue mi padre? Ese malnacido se largó con la pechugona de su secretaria. Típico de hombres y toda esa tontería, bla, bla, bla. Para reparar el daño, nos manda grandes cantidades de dinero al mes. ¿El dinero cura todos los males? Pues quien diga que no, no conoce a Karol (mi madre, no yo). Se la pasa de bar en bar todas las noches, revolcándose con todos los hombres que se le crucen en el camino. Ella dice que ‘’está pasando por una etapa muy díficil’’ y que ‘’debo comprenderla’’. Aquí entre nosotros te puedo decir, que eso a mí me da igual.
Y por cierto, nunca he tenido novio. Una vez quise besar a Tobías (mi vecino, a quien conozco desde los cinco años) pero había algo tan raro en él, que no lo hice. Después de un tiempo, me enteré que su padrastro lo violaba todas las noches. Se tuvieron que mudar, su mamá no aguantó las miradas reprochadoras y las acusaciones en su contra. Me parece haber leído algo en el periódico sobre el suicidio de mi amigo. Supongo que no aguantó y es por ello que decidió ponerse aquella soga al cuello esa noche…
Bueno, son cosas que ya pasaron y no tienen importancia, ¿no te parece?
Tengo una mascota, se llama Tom. Y no, no es un gato. Es un perro, pequeño y genérico (igual que yo). Lo rescaté de la calle, recuerdo que ese día estaba buscando algo para mi pequeña colección y lo encontré temblando debajo de unos periódicos mojados y malolientes. Me siguió hasta mi casa y desde ese día somos inseparables.
¿Deseas saber algo más? ¿Sobre la colección que mencioné anteriormente? No es nada especial, sólo unas piedras de forma inusual y algunas joyas de siglos pasados.
¿Ves? Soy una más del montón, dudo que alguien se fije en mí.
***
Mi nombre es T. y tengo 24 años.
Suelo viajar. Mucho. Todo el tiempo.
¿Por qué? Debes saber que no me gustan las preguntas.
Sólo diré que no puedo estar quieto por mucho tiempo.
He venido a este pueblo rodeado de bosques profundos y gente insulsa a ver si puedo incrementar mi colección.
Soy un gran coleccionista, ¿sabes?
¿Qué colecciono? NO. ME. GUSTAN. LAS. PREGUNTAS.
Me gusta venir a sentarme en lo más profundo del bosque, tengo un lugar especial, sólo para mí.
No me gustan las personas, todos son tan aburridos. Todos hacen lo mismo. Estudiar, trabajar, casarse, tener hijos y morir. Todos quieren dejar su asquerosa huella en este mundo. ABURRIDO.
Sobrevivo vendiendo los pequeños animales que cazo aquí. No es una buena paga, pero sirve para pagar el hospedaje y la comida.
¡Ah! Soy un gran cazador, nunca dejo a mi presa viva.
Hace poco pasé por un colegio, salían un montón de adolescentes. Riendo, hablando, molestándose. Hasta que la vi.
Una chica leyendo, indiferente a toda esa parafernalia de personas. Aspecto genérico, ropa genérica. No había nada destacable en ella, sólo sus manos. Dedos largos, de pianista. De una blancura exquisita, ni una sola mancha. ‘’Debo acercarme’’.
De pronto, ella me ve.
‘’Muéstrate amigable’’
Esbozo una mueca que busca imitar una sonrisa y alzo la mano en modo de saludo. No responde y se va.
Decido regresar al día siguiente, necesito tocar esas manos.
***
Ayer un desconocido me saludó a la salida del colegio. Me sentí extraña.
Nadie se fija en mí. ¿Será que tenía algo en la cara?
Espero no verlo hoy.
***
Decido formar un plan para ganarme su confianza. Se nota que nadie la acompaña al salir, lo sé. La seguí hasta su casa. Además, sé que vive sola (no había ni madre ni padre por ningún lado) y sólo tiene un perro.
Pregunté por ella a sus compañeros, pero es como si no existiera. Nadie sabe nada, no tiene mejores amigas ni un novio que se preocupe por ella.
Regreso a la misma hora, y la espero sentado en un parque que le queda de camino.
Después de minutos, que parecen horas, la veo aparecer. Se acerca. Espera, ¿está acercándose a donde estoy sentado? Esto desbarata todo mi plan.
Mi mente trabaja a toda máquina, mientras formo un nuevo plan. ‘’! Eso es! ¡Lo tengo!’’
‘’Sé amigable’’
-Hola, ¿qué tal? Sí, me haces recordar a una amiga que tenía en otra ciudad. Perdona si te incomodé ayer. No era mi intención. - le doy mi mejor mirada de arrepentimiento.
Soy muy bueno fingiendo, ¿sabes?
Su rostro ha cambiado. Denota… ¿Sorpresa? ¿Incredulidad? ‘’! Te tengo!’’ En el fondo es como todas las mujeres. Esa sensiblería cursi y asquerosa, emocionales hasta la médula. Será pan comido todo esto.
Se sienta a mi lado y charlamos por un rato. Se tiene que ir, dice que su perro no ha comido en todo el día y que ella es responsable de su cuidado. Le pregunto por sus padres, no responde.
Ya de noche, tirado en la cama incómoda del motel, no dejo de pensar en sus manos. De cerca son aún mejores, nunca vi un par igual. ¿Sabrá ella el valor que tienen? Lo dudo mucho, se nota la poca valoración que tiene de sí misma.
Es momento de inventarse una historia. Decido inventarme una vida familiar sufrida, hijo único (como ella). Mi padre es infiel en múltiples ocasiones, mi madre del dolor se va, desaparece. Nunca más la volvemos a ver. Decido abandonar a mi padre a su suerte, y heme aquí.
Es tan fácil engañar a las mujeres…
***
Estoy triste. Encontré a Tom, mi perro, muerto en la parte trasera de mi casa. Tenía un corte profundo en la garganta. Me pregunto quién será el desgraciado que ha cometido tal atrocidad.
Y ahora estoy sola. No tengo compañía alguna.
En las noches, escucho pasos afuera de mi casa, como si hubiera alguien merodeando por ahí. Debo estar loca.
Todo este asunto de Tom me tiene así, me consuela saber que le podré contar todo este asunto a él. A veces siento que el destino nos unió.
***
El plan me está llevando más tiempo de lo normal.
Debo ser paciente.
Ya llegará la hora.
***
Llevo conversando con él por un mes, me cuenta cosas de su vida. Somos tan parecidos. Ambos tenemos problemas con nuestros padres.
Por primera vez en mi vida, siento algo. ¿Será amor? Imposible, esto no es una tonta comedia romántica. Chico nuevo conoce a chica insignificante, se enamora de ella y viven felices para siempre. No, eso no existe… ¿o sí?
Pero hay algo inusual en él. No deja de tocarme las manos cada vez que nos vemos, dice que le fascinan. Me parece gracioso que le guste algo tan insignificante de mí.
Hemos quedado en vernos este viernes en la noche, dice que tiene que enseñarme un lugar especial para él.
Ese día me arreglo especialmente para él.
Decido usar un vestido y zapatos a juego, me peino y maquillo. Le doy un último vistazo a mi atuendo y salgo.
Será una noche muy especial, lo sé.
***
Llevo esperándola por media hora, hasta que aparece. Parece un ángel acercándose a mí, el viento juega con algunos mechones de cabello sueltos, se ha arreglado. Miro sus manos.
No tienen adornos innecesarios. Eso me gusta, la belleza debe ser natural y permanecer intacta.
Le explico que hay que caminar un poco para llegar al lugar mencionado.
Estamos en camino.
Debo controlar esta impaciencia.
‘’No eres primerizo en esto, recuerda’’
Llegamos.
***
Está guapísimo, esa camisa roja le sienta muy bien.
Me dice que debemos caminar un poco para llegar, dudo mucho que disfrute de la pequeña caminata, estos zapatos son insufribles. Pero decido no quejarme, no quiero arruinar la velada con quejas tontas.
Por fin llegamos, estamos en lo profundo del bosque.
Todo está oscuro y esto me da miedo. Me acerco más a él. Siento que no debí venir. Pero ya es tarde para arrepentirme.
Sólo hay un montón de rocas y troncos caídos, ¿este es su lugar especial? Que tremenda porquería.
Me abraza por detrás.
-Sé que no es el lugar que esperabas… ¿Por qué no te das la vuelta y te explico por qué es tan especial para mí?
Lo hago.
Y ahora sé porque no debí venir.
***
Puedo notar la decepción en su lenguaje corporal. Pequeña perra estúpida.
Sólo deseo algo de ella. Debe ser mío, a ella no le sirven de nada.
Le digo que voltee, le sostengo una mano. Esa mano perfecta, pequeña y blanca. La miro extasiado.
Saco el cuchillo que tenía en mi espalda y se la rebano de un tajo, la sangre sale a borbotones pero eso no importa. Por fin. Es mía. Falta la otra.
¿Dónde está? Se fue.
¿Dónde está esa estúpida?
Miro a mi alrededor, la veo corriendo, deja un hilo de sangre a su paso.
No puedo permitir que se escape. Soy un buen cazador, ¿recuerdas?
La persigo, sé que no llegará lejos. Las mujeres son tan predecibles con la ropa, sabía que se pondría esos estúpidos zapatos, eso impide que corra con facilidad.
No la veo, seguiré buscando.
***
Corro lo más rápido que pueda. El dolor es insoportable. ¿Por qué tuve que ponerme estos zapatos? Los odio. ¡LOS ODIO!
Las lágrimas nublan mi vista, no me permiten ver con claridad.
Debo esconderme, así no puedo llegar lejos. Confío en que se canse.
¿Por qué fui tan estúpida de creerle? No debí haberme acercado a él, en primer lugar.
Hago algo que nunca pensé que haría. Rezo.
-Si es que es verdad que estás allá arriba, por favor escúchame. Te prometo que si me sacas de esta, ayudaré a mi mamá y seremos una buena familia. Aprovecharé mi vida al máximo. ¡Ayúdame!
Me callo y escucho unas ramas quebrándose cerca de mí.
Mierda, no debí hablar. Y es algo de lo que me arrepentiré toda mi vida.
***
Está rezando la muy estúpida. Como si eso la salvara.
Esto me está hartando. Ya perdí demasiado tiempo.
Me acerco y empieza a gritar.
NO NO NO. GRITOS NO. ODIO LOS GRITOS.
Al diablo todo el plan.
Le destrozo la garganta con un corte profundo. La sangre empieza a formar un charco en el suelo rápidamente.
Me adueño de la mano que me faltaba. Por fin, me pertenecen. Son mías.
Las guardo en mi maletín.
Decido dejar el cadáver ahí. Pasará mucho tiempo antes que alguien la encuentre.
Siempre escojo bien a mis víctimas.
***
Pongo las manos junto a otros objetos de mi colección.
Hay unos ojos verdes, como la esmeralda, que me miran fijamente. Una nariz perfectamente respingada. Unos pies absolutamente bellos. Un torso con un par de senos perfectamente redondos y turgentes. Unos muslos delicadamente torneados, tienen el grosor necesario para volverme loco. Un trasero exquisitamente redondo, con unas nalgas de ensueño.
Son mi colección especial, luché mucho por ellos.
Pero bueno, eso ya es otra historia.
Ahora es momento de irme.
Nunca puedo estar quieto y mi colección ha de crecer.
***
Hace unos meses, un grupo de niños traviesos salieron despavoridos corriendo de lo profundo del bosque.
Ellos dicen que encontraron un cuerpo, el de una chica.
Lo curioso es que le faltaban las manos y tenía un corte en la garganta. Seguro que gritó antes de morir, todos saben que a los asesinos no les gustan los gritos.
Parece que era la hija de la puta de Karol, no vino a ver el cuerpo, así que no sabemos.
Pobre muchacha, terminar de esa manera…
Pero ella se lo buscó y ahora su cuerpo (o lo que queda de él) está tirado en una zanja, cubierta de tierra y sin nadie que le diera una cristiana sepultura.
El caso salió en los periódicos y en los canales de televisión por una semana, no llegaron a encontrar al asesino.
Al parecer fue un forastero que vino por unas semanas, pero dio un nombre falso en el hospedaje donde se quedaba, así que no dieron con él.
El caso fue cerrado por falta de evidencias.
Pero bueno, que eso no empañe el buen nombre de nuestro pueblo, ¿no?
Es momento de dejar atrás el pasado y seguir adelante.
Así que… ¡Disfruta de tu estancia aquí!
Pero te advierto de algo, nunca vayas a lo profundo del bosque solo…
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